sábado, 23 de enero de 2016

Las Iglesias confesionales

Las Iglesias Confesionales



He visto por este medio que algunos sinceros hermanos están preocupados por la confesionalidad de algunas iglesias históricas (La confesionalidad no es algo nuevo, muchas iglesias se identifican como confesionales desde hace varios siglos). Pues, consideran que esto atenta contra la centralidad que las iglesias deben tener en las Sagradas Escrituras y no en declaraciones doctrinales hechas por hombres.
Creo que esta preocupación es loable, y también creo que la mayoría de iglesias confesionales históricas no miran a las confesiones de fe como una autoridad igual o superior a la Biblia, sino como declaraciones doctrinales derivadas de las Sagradas Escrituras, cuya interpretación identificó a un grupo de iglesias; por ejemplo: El credo Niceno identificó la doctrina respecto a Cristo de una buena parte de las iglesias cristianas del siglo IV frente a las declaraciones heréticas de Arrio y otros líderes cristianos.
Igualmente, confesiones de fe como la Ausgburgo, la de Westminster o la de Londres de 1689, son declaraciones doctrinales de lo que un grupo de iglesias creyeron que la Biblia enseña. Estas confesiones han sido asumidas por numerosas iglesias en el mundo, las cuales encuentran en ellas una forma sencilla, concreta y resumida de confesar lo que creen que la Biblia enseña.
Ahora, si alguien no está de acuerdo con alguna de las confesiones o con ninguna, no debe estar discutiendo este asunto en las redes sociales, como si se sintiera acusado o descalificado por las iglesias confesionales históricas. No, no debe ser así. Unas iglesias son confesionales históricas y otras no lo son. Esta es la realidad.
Si alguien no quiere ser confesional, pues, no lo sea. Y si a alguien no le agrada lo que alguna confesión dice, pues, no se identifique con ella. Escriba su propia confesión o declaración de fe.

De mi parte, soy confesional histórico, creo en la importancia de las confesiones para la enseñanza de la doctrina, la unidad de la iglesia local, la comunión con otras iglesias hermanas, la defensa de la fe, la elección de un pastor y la identidad con lo que el Espíritu Santo ha obrado en la historia de la Iglesia.